viernes, 2 de febrero de 2024

Madrid: Paraíso e infierno. De José Vicente García Carbonell

La Universidad de Gabemia incorporó a su archivo el poema "Madrid: Paraíso e infierno", de José Vicente García Carbonell


Caminante soy en tierras de sombra y luz:
encuentros fugaces, almas errantes como estrellas,
cada uno tejedor de sus propias odiseas.
Unos plasman sueños en páginas eternas,
otros danzan con las olas, maestros del azul,
y hay quienes, cómicos de la vida, giran con el mundo,
anclando en cada puerto un trozo de su corazón.

Vivir al límite, en la carretera, bajo un cielo sin dueño,
amores que nacen y mueren al ritmo de los viajes,
en autobuses, mares, calles, bajo el manto de la noche.
Y entonces, ella, visionaria de mi desvelo,
joven viajera de mirada profunda, idiomas en su piel,
su existencia un poema que desgarra mi ser.

¿Por qué su libertad me hiere, me desarma?
Conozco la soledad, el refugio de mi cuarto,
la lengua materna mi único universo,
mis historias, simples ecos de un silencio compartido.
Ella, luminosa y distante, ve en mí algo,
pero presiento el abismo de mis propios temores.

La noche que nos unió, cuerpo a cuerpo, alma con alma,
y sin embargo, la vida riendo de mis ansias.
Compartimos la risa, mas no el consuelo,
porque en mi pecho anida un temor ancestral,
la promesa de un dolor tan vasto como el mar.

Madrid, promesa de un nuevo comienzo,
pero la realidad, cruel tirana, recuerda mis lazos,
los sueños de otro que una vez fui, que aún soy.
La ira, breve refugio ante el espejo de mis dudas,
me encierro, prisionero de mi propia tormenta,
mientras la imagino, libre, quizás en otros brazos.

Incapaz de plasmar este torbellino que me consume,
palabras no dichas, verdades ocultas en la sombra,
mi madre, distante, presiente el vuelco de mi corazón.
Intento el olvido en el sueño, buscando redención,
por una última danza, un último sueño con la italiana,
antes que el alba traiga respuestas que temo encontrar.