Miguel Gimeno
Universidad de Gabemia
La debida conservación de un teléfono móvil es algo muy recomendable y no solo por el ahorro económico para su propietario, sino incluso para combatir los efectos de la contaminación y el consumo desembocado.
Mantener la temperatura adecuada en el dispositivo para evitar que sus componentes se vean afectados por altas temperaturas y puedan disipar el calor es un factor clave. Para ello es importante no dejar el teléfono al sol, tampoco dentro del coche los días soleados, incluso en invierno.
Con las prisas es normal dejarlo todo hasta última hora sin hacer, pero la carga rápida también puede afectar a los iones y a los electrodos desgastando la batería mucho más rápido que una carga normal.
Aunque puede alterar el diseño e incluso la comodidad al utilizar el dispositivo, es muy recomendable utilizar una funda con protector para evitar daños en posibles caídas o rozaduras tanto en la pantalla como en todo el dispositivo.
Es habitual sacar muchísimas fotos y dejar el teléfono saturado. Por eso, es muy recomendable el uso de almacenamiento en la nube además de hacer una limpieza habitual de aplicaciones que no se utilizan o fotografías que ya no resultan tan atractivas como cuando se sacaron.
